Neopositivismo

 

 

Directrices generales

En los años que transcurren entre las dos guerras, la reflexión sobre el método científico recibe un impulso decisivo. Durante ese período el centro principal de la filosofía de la ciencia fue la universidad de Viena, donde un grupo de científicos filósofos –reunidos en torno a Moritz Schlick- dieron vida al Círculo de Viena (el Wiener Kreis). El pensamiento de los miembros del círculo se conoce con el nombre de "neopositivismo" o "positivismo lógico", y se caracteriza por una actitud decididamente antimetafísica y por toda una serie de profundos análisis de gran relevancia acerca del lenguaje, la estructura y los métodos de las ciencias naturales, y los fundamento de la matemática.

La llegada de Hitler al poder comportó el final del Wiener Kreis.

Los orígenes y la formación del Círculo de Viena

El neopositivismo inició su andadura cuando el físico y filósofo Moritz Schlick (1882-1936) fue llamado desde Kiel a la universidad de Viena, para encargarse de la cátedra de Filosofía.

Viena constituía un terreno especialmente idóneo para el desarrollo de las ideas neopositivistas, dado que allí, el liberalismo representó la orientación política predominante. Además la universidad de Viena, a diferencia de la mayoría de las universidades alemanas y debido al influjo de la Iglesia católica, se había mantenido básicamente incontaminada por el idealismo.

Schlick fue llamado a Viena en 1922, sin embargo, narra Herbert Feigl, ya antes de la guerra de 1914-1918, un grupo de jóvenes doctores de filosofía se reunían para discutir sobre todo cuestiones de filosofía de la ciencia. En aquella época el positivismo de Ernst Mach constituía la principal inspiración de este pequeño grupo de estudiosos.

Estas reuniones anteriores a la primera guerra mundial se recordarán como la época "prehistórica" del neopositivismo, cuya historia comienza en 1924, cuando Herbert Feigl y Friederich Waismann se entrevistaron con Schlick con la idea de formar un grupo de debate. Schlick aceptó la iniciativa, y como consecuencia comenzaron los coloquios del viernes por la noche. Este fue el inicio del Círculo de Viena, que contó entre sus primeros miembros con el matemático Hans Hahn, el sociólogo Otto Neurath y su esposa Olga (hermana de Hahn y también matemática), Feliz Kaufmann (entonces profesor de filosofía del derecho), Víctor Kraft (filósofo versado en historia e interesado por la metodología científica) y el matemático Kurt Reidemeister, quien 1924 propuso leer y discutir el Tractatus logico-philosophicus de L. Wittgenstein. En 1926 también R. Carnap fue llamado a la universidad de Viena. Hahn y Schlick mostraron sus preferencias por él, en lugar de Hans Reichenbach, quien por su parte en Berlín había fundado la Sociedad para la Filosofía científica, cuyos objetivos eran análogos a los del Círculo de Viena.

El manifiesto programático del Wiener Kreis

En 1929 se publico, firmado por Neurath, Hahn y Carnap, el manifiesto del Círculo vienés: La concepción científica del mundo. Frank dice que hacia 1929 los miembros del círculo caímos en cuenta de que estaba surgiendo una nueva filosofía, por lo tanto decidimos en primer lugar publicar una monografía sobre nuestro movimiento; más tarde, organizar un debate; por último, fundar una revista filosófica para difundir los trabajos del grupo.

Las líneas esenciales del programa neopositivista, expuestas en el escrito programático antes citado, eran las siguientes: 1)constitución de una ciencia unificada, que abarcase todos los conocimientos proporcionados por la física, las ciencias naturales, la psicología, etc.; 2) el medio para lograr dicho propósito debía consistir en el uso del método de análisis lógico elaborado por Peano, Frege, Whitehead y Rusell; 3) los resultados de la aplicación de ese método al material de las ciencias empíricas permitirían augurar: a) la eliminación de la metafísica; b) una clarificación de los conceptos y de las teorías de la ciencia empírica, así como de los fundamentos de matemática.

Las teorías fundamentales del neopositivismo

En cuanto a las tesis fundamentales de la filosofía neopositivista se afirma lo siguiente: 1) el principio de verificación constituye el criterio distintivo entre proposiciones sensatas y proposiciones insensatas, de manera que dicho principio se configura como criterio de significación que delimita la esfera del lenguaje sensato con respecto al lenguaje carente de sentido, que sirve para expresar el mundo de nuestras emociones y nuestros miedos; 2) basándose en ese principio, sólo tienen sentido las proposiciones que pueden verificarse empírica o fácticamnte, esto es, las aserciones de las ciencias empíricas; 3) la matemática y la lógica constituyen únicamente conjuntos de tautologías, estipulados de forma convencional e incapaces de decir algo acerca del mundo; 4) la metafísica, junto con la ética y la religión, al no estar constituidas por conceptos y proposiciones verificables de modo fáctico, son un conjunto de preguntas aparentes que se basan en pseudoconceptos; 5) la labor que debe realizar el filósofo serio consiste en un análisis de la semántica (la relación entre lenguaje y realidad a la que se refiere aquél) y de la sintaxis (relación recíproca entre los signos de un lenguaje) del único discurso significativo: el discurso científico; 6) por lo tanto, la filosofía no es una doctrina, sino una actividad: actividad esclarecedora del lenguaje.

M. Schlick y el principio de verificación

Se ha dicho que los primeros miembros del Círculo de Viena leyeron y comentaron el Tractatus logico-philosophicus de Ludwig Wittgenstein. Este había escrito que "comprender una proposición quiere decir saber cómo están las cosas en el caso de que sea verdad". Para Schlick esto quería decir que "el significado de una proposición es el método de su verificación. El criterio de verdad o falsedad de una proposición consiste en el hacho de que, bajo determinadas condiciones, algunos acontecimientos se produzcan o no.

Las palabras sólo tienen significado cuando indican algo factual, los acertos sólo tienen un sentido cuando expresan un estado de cosas posible. Si no es así, en el primer caso habrá un pseudoconcepto, y en el segundo una pseudoproposición.

El transplante del neopositivismo a América

Desde alrededor del 1930 hasta 1938, año en que tiene lugar la anexión nazi de Austria, se puede asistir a la fase de "despegue internacional" del Círculo de Viena. Dicha fase se caracteriza por autorizadas aceptaciones y por adquisiciones doctrinales relevantes, así como por la desaparición de Schlick –fue asesinado en 1936 por un ex alumno suyo, y Hans Hahn había muerto dos años antes- por la progresiva diáspora del grupo originario, con el consiguiente trasplante del movimiento de pensamiento que ya se conoce con el nombre de neopositivismo, positivismo lógico o empirismo lógico, al otro lado del Atlántico, sobre todo en los Estados Unidos, Carnap, en su Autobiografía intelectual, evoca así el oportuno crédito concedido en América al neopositivismo por parte de algunos jóvenes estudiosos, tanto filósofos como científicos.

 

 

Bibliografía:

Libro: Historia del Pensamiento Filosófico y Científico

Autor: Giovanni Reale

Editorial: Herder; Barcelona, España 1988

Páginas: 864-876

Tomo III (del romanticismo hasta hoy)



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