Contra los planes de hambre del Gobierno, el FMI y el gran capital...¡no alcanza con paros aislados!

Asambleas hacia un Congreso Nacional de bases para preparar y forjar:

*Un programa de los explotados que comience por no pagar la deuda externa

*Un plan de lucha hacia la huelga general por tiempo indeterminado

*Una nueva dirección clasista y revolucionaria

Un paro nacional como el del próximo viernes 9 de junio puede tener varios objetivos:

Para la burocracia sindical que lo convoca se trata de presionar sobre el Gobierno, para que este "rectifique el rumbo de la política económica", incluyendo a ellos mismos en una mesa de concertación.

Pero ni Moyano, ni Dáer ni De Genaro son muy claros respecto a cual sería esa rectificación pretendida. Se limitan a protestar contra las medidas más urticantes del Gobierno, sin siquiera cuestionar la esencia de los actuales planes, continuidad del menemismo. Ninguno de los convocantes plantea el no pago de la deuda externa, la ruptura con el Imperialismo, ni tocar los intereses del Gran Capital que se ha enriquecido tanto como se han empobrecido millones de argentinos.

Pero si para estos burócratas el paro es un instrumento para sus maniobras en las altas esferas del poder (es público y notorio que los Miguel, Rodríguez, Cavallieri, Zanola, etc., son ellos mismos grandes burgueses), para los trabajadores y las capas explotadas de la ciudad y el campo es una oportunidad para demostrar nuestras fuerzas, para organizarlas, para avanzar en un auténtico plan de lucha.

Porque...el día después del paro se va a abrir una situación ya conocida: todo seguirá igual, si los auténticos explotados no pudimos generar una manifestación independiente de la burocracia sindical. En las reglas del juego de los Menem, De la Rúa y Moyano, los paros cada tanto tiempo son como las elecciones cada dos años: cambian los protagonistas y los candidatos en el escenario, pero las verdaderas decisiones se toman tras bambalinas, a espaldas del pueblo.

En los últimos meses han crecido los depidos, así como también las huelgas, movilizaciones y cortes de ruta. En los últimos meses se han profundizado las medidas antiobreras y pro-imperialistas del Gobierno (impuestazo, flexibilidad laboral, reducción salarial, desregulación de las obras sociales, etc.). pero también se ha ampliado la resistencia del pueblo. El paro nacional del viernes es, también, la imposición por los hechos de una medida nacional, de conjunto, que permita golpear al mismo tiempo contra quienes ejecutan los planes dictados por el FMI.

Hugo Moyano, al anunciarlo en Plaza de Mayo, proclamó que "no deben moverse ni las hojas de los árboles". Más allá de las metáforas, la frase vende al burócrata que quiere un paro dominguero, donde la gente se quede en su casa tomando mate, y lo ricachones se tomen un fin de semana largo.

Los trabajadores necesitamos todo lo contrario: necesitamos asambleas, discusión, activismo, movilización, ocupación de los lugares de trabajo y estudio, medidas todas que permitan avanzar en la politización de las bases, en su participación activa, en tomar en nuestras manos nuestros propios problemas.

A los delegados de base de las estructuras sindicales; a las agrupaciones y partidos combativos; a los activistas y luchadores de izquierda; a las propias bases de la Alianza que no se tragan el sapo del ajuste: ¡Basta de optar entre dos fracciones de los explotadores! ¡Basta de marcar el paso al compás de los dirigentes mediáticos! ¡Comencemos por labrar un camino de independencia política! ¡Paremos en forma activa el viernes contra el Gobierno y el FMI, marcando una independencia de la burocracia convocante! ¡Construyamos un FRENTE ÚNICO ANTIMPERIALISTA que agrupe nuestras fuerzas!

6/6/00 - PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO

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