FUERA EL EJÉRCITO RUSO DE CHECHENIA Y DAGUESTÁN!
El gobireno de Yeltsin desencadeno una ofensiva militar contra Chechenia. De esta forma, Rusia rompió el acuerdo de paz firmado en el 96 e invadió la provincia separatista tres años después del fin de una guerra que implicó la muerte de más de 40 mil personas y cuyo resultado fue una derrota humillante para Rusia quien se vio obilgada a retirar sus tropas y conceder una mayor autonomía a Chechenia.
Temiendo que se repita el desastre anterior, por el cual sufrió un impeachment, Yeltsin intenta ahora realizar una operación fulminante de corto plazo. Antes de la invasión terrestre trato de liquidar, a través de bombardeos aéreos diários, lo poco que había sido reconstruido de la economía, destruyendo refinarias petrolíferas, aeropuertos, torres de televisión, etc. . Al mismo tiempo, para evitar el rechazo de la población rusa hacia la intervención militar, como ocurrió en el 96, "el ejército ruso está imponiendo un bloqueo informativo total sobre lo que ocurre en Chechenia y Daguestán" (Folha de São Paulo, 24/09/99). A pesar de la censura rusa, se sabe que se está realizando una matanza a gran escala. Un indicio de ello es el éxodo desesperado de 100 mil refugiados chechenos hacia la provincia vecina de Ingutchétia.
Moscú afirma que el objetivo de los ataques es destruir a la guerrilla fundamentalista que lucha por la creación de un estado islámico en Chechenia y Daguestán. La misma sería la responsable de los atentados que causaron la muerte de 300 personas entre agosto y septiembre en Rusia. Sin embargo, el objetivo de Moscu es frenar la onda separatista que ha colocado a la Federación Rusa en una gran crisis, la cual se suma al colosal descalabro de la economía de todos los estados que conformaban URSS, impediendo de esta forma que escapen de su control las ricas regiones del Cáucaso, importantes para la producción y el transporte del petróleo.
La actual guerra ocurre justamente durante la mayor crisis enfrentada por Yeltsin desde que asumió el poder tras el golpe contrarevolucionário de agosto de 1991 que destruyó al estado obrero burocratizado soviético. El caos en que quedo sumergido el país tras la restauración capitalista fue agravado con el crash financiero del año pasado. "Socorrido" con créditos del FMI, el BIRD y Japón, Yeltsin es ahora presionado por los acreedores internacionales para que cumpla con las metas impuestas para la reducción del deficit fiscal. Además del torbellino separatista, Yeltsin, con su salud extremadamente debilitada, también enfrenta enfrenta la acusación de corrupción y lavado de dinero que envuelve a su grupo de asesores y familiares. Todo esto en vísperas de las elecciones legislativas en las que sus partidarios podrían ser fuertemente derrotados a menos de un año de las elecciones presidenciales, a las que él está impedido constitucionalmente a presentarse.
SAQUEAR A LOS PUEBLOS PARA INICIAR LA ACUMULACIÓN CAPITALISTA PRIMITIVA
Lo que está en juego en el Cáucaso es el control sobre una región que posee la reserva petrolífera más codiciada del planeta. La seducción del petróleo atrajo a los Estados Unidos hacia las lejanas y peligorsas tierras del Mar Cáspio. Debido a esto, las tierras fértiles de esta región se han convertido en un barril de polvora a punto de estallar. "Desde el colapso del régimen soviético, la región del mar Cáspio paso por cuatro guerras, dos atentados contra la vida de presidentes, un golpe de estado e incontables tentativas de golpe." (Los Angeles Times, 29/03/98). Esta nueva carrera por el oro negro se encuentra en compas de espera gracias a los bajos precios del producto en el mercado mundial. Sin embargo, no significa que la guerra de movimientos entre EEUU, Europa, Iran, China y Rusia no se mantenga latente. En verdad, la preocupación por mantener la "estabilidad" de la región debe ser entendida como un intento para retrazar lo máximo una gran guerra entorno a la riquezas del Cáucaso. Mientras tanto los EEUU esperan ganar tiempo y terreno: ya que "la carrera del petróleo incluye a varios de los grandes nombres del sector petrolífero americano: Exxon, Amoco, Chevron, Unocal, Mobil, Arco y Pennzoil. También incluye a ilustres consultores, entre los cuales destacan: James A. Baker III (ex-secretário de Estado, cuyo estudio de abogados, Houston, Baker & Botts, representa a un gran consórcio petrolero internacional que opera en Azerbadjian), Arthur Hartman (ex-embajador de Estados Unidos en Moscú, presidente del consejo de una empresa que compra petróleo de Turquestán y lo transporta a través de la región Cáspia hasta un oleoducto en Baku) y Richard Holbrooke (ex-asesor de secretário de Estado, empleado por el Crédit Suisse First Boston, participante potencial en el financiamento de oleodutos)" (Idem). Sin perdida de tiempo, los más prominentes representantes políticos de EEUU en las últimas dos décadas usan ahora el know-how adquirido al final de la guerra fria, sus conocimentos sobre la ex-URSS y sus relaciones con los actuales jefes políticos del Cáucaso para asesorar a la grandes petroleras yankees sobre como expoliar el petróleo de las tieras que formaban parte de aquel estado obrero.
Dentro de este tesoro, "Chechenia juega un papel primordial, pues posee reservas que en la década del 70 garantizaban un tercio del consumo soviético (22 millones de toneladas por año), una producción que con la guerra entro en colapso" (O Estado de Sao Paulo, 28/01/97). Además, Rusia necesita de los oleodutos de Grozny para transportar el petróleo desde Azerbadjian al Mediterraneo. Por eso en el conflicto pasado se vio forzada por las grandes compañias petroleras a firmar un acuerdo de paz ya que estas perdían dinero con la detención de la pÐþì
Bajo estas condiciones, Yeltsin, que tiene el hábito de violar la constitución vigente y usar la fuerza cuando está en una situación desfavorable (disolución de la URSS en diciembre/91; disolución del parlamento en Septiembre/93; envio de tropas a Chechenia en diciembre/94), vuelve a usar la guerra como arma política, intensificando los ataques contra los separatistas, decretando el estado de emergencia, y llamando a elecciones anticipadas. Esto le sirve a Yeltsin para varias cosas, entre ellas defenderse de las acusaciones de haber robado al país, entre 1993 y 1998, nada menos que 100 billones de dólares. La nueva guerra tambíen le sirve a la camarilla gubernamental para endurecer el régimen y si es necesario cerrar el parlamento, evitando así cualquier control de la Duma, dominada por nacionalistas e stalinistas, en la negociaciones con la compañias petroleras extrangeras. Un anuncio de la toma de medidas inconstitucionales por parte del gobierno de Moscú es el nombramiento de Vladimir Putin como primer ministro (el quinto en 17 meses). Putin es un ex-miembro de la KGB que actualmente ocupaba el cargo de jefe del Servicio de Seguridad Federal.
PCFR: HEREDERO DEL PEOR CHAUVINISMO STALINISTA
Siguiendo la tradicional política stalinista de tratar como pária al proletariado de las nacionalidades no-rusas, los "comunistas" del PCFR acuerdan con los intereses de la burguesía rusa, de Yeltsin y del imperialismo, desconociendo los derechos democráticos del pueblo checheno. El arma principal usada contra Yeltsin por los parlamentares stalinistas es la derrota del 96 en Chechenia. Fueron ellos quienes iniciaron el impeachment contra el presidente ruso. Pero no lo hicieron por arrastrar al país a una guerra desastrosa contra la província caucasiana, sino por haber ordenado la retirada total de las tropas rusas de Chechenia y haber firmado un acuerdo con los rebeldes separatistas, dando a la província una condición de autonomia especial después de las elecciones del 27/01/97.
Después de la elección de la nuevas autoridades de Chechenia el diputado "comunista" Viktor Ilyukhin, jefe del Comité de Seguridad del Congresso "afirmó que las elecciones de Chechenia no pueden ser reconocidas porque la mitad de la población no participó de ellas, refiriendose a los 300 mil refugiados impedidos de votar porque huyeron de la guerra." (O Estado de Sao Paulo, 27/01/97). Los chauvinistas rusos dividen sus tareas, el gobierno restauracionista expulsó a buena parte de la población y la oposición stalinista cinicamente usa sus justificaciones burocráticas para desconocer la voluntad independentista del pueblo checheno, expresada deformadamente en las urnas.
Para los stalinistas rusos, alcanza con ofrecer a las nacionalidades de la Federación Rusa una autonomia nacional tutelada. De esta forma, estos hipócritas defienden los intereses de sus capitalistas, opresores de las nacionalidades. Hace un siglo Lenin decía de este tipo de socialchauvinistas: "La formulación más plausible, y por eso más peligorsa para el proletariado, de la mentira socialchauvinista fue hecha por Kautsky .... Basta, con la autonomia nacional!!. Esta es precisamente la cuestión principal, que la burguesía imperialista no permite abordar - la cuestión de las fronteras del Estado, basado en la opresión de las naciones -. Kautsky buscó, retirando del programa aquello que es esencial, agradar a esa burguesía. La burguesía está dispuesta a prometer cualquier igualdad de las naciones y cualquier autonomia nacional desde que el proletariado se mantiene en el cuadro de la legalidad y se le sumete pacificamente en la cuestión de las fronteras del Estado! Kautsky formuló el programa nacional de la socialdemocracia de manera reformista y no revolucionária." (V.I. Lenin, El proletariado y el derecho a la autodeterminación, 29/10/1915).
Los socialchauvinistas rusos de hoy también comparten con la mafiosa clase dominante la xenofobia contra los pueblos no-rusos. El mismo Viktor Ilyukhin, quien es conocido por su antisemitismo, ahora está haciendo duras críticas al gobierno, atribuyendo la onda de atentados terroristas (gran parte de la población atribuye los mismos a la máfia moscovita) a la negligente vigilancia sobre el millón de personas de nacionalidaded caucasiana que vive en Moscú. Por otro lado, el próprio Ziuganov culpa a la minoría judia por la crisis económica del país. En lugar de impulsar la solidariedad con la clase obrera de las nacionalidades oprimidas como método de lucha contra la restauración capitalista, el PCFR se dedica a la vil tarea de envenenar al proletariado con chauvinismo y racismo, favorecendo así a la reacción. De esta forma los "comunistas" rusos están preparando el camino para la derrota de la resistencia proletaria, creando las bases para que definitivamente se consolide un regimen fascista en Rusia, lo que sería el salto de calidad necesario para la consolidación de la restauración capitalista.
LAS DIRECCIONES FUNDAMENTALISTAS TRAICIONARÁN LA LUCHA POR LA AUTODETERMINACIÓN NACIONAL
En cuanto a Rusia las tendencias centrífugas dejan a Yeltsin cada vez más aislado frente a los separatistas quienes pasaron a ser el enemigo número uno de Moscú. En particular, en estos momentos destaca entre ellos, el líder guerrillero Shamil Bassiev, el líder más popular de la guerra anterior (1994-96), actual jefe militar del frente oriental de la República Autónoma Chechena. Bassiev riecentemente se alió con las milícias sunitas wahhabis, dirigidas por el jordano Jatab para luchar por convertir a Daguestán en una república islámica independente. Al mismo tiempo, el lider guerrillero buscó una aproximación con el régime Taliban de Afganistán.
En la actual situación no podemos dejar de defender a las nacionalidades oprimidas de Chechenia y Daguestán contra las opresión del gobierno capitalista ruso, reivindicando el derecho de autodeterminación y de separación estatal de los pueblos del cáucaso si así ellos lo desean. Por otro lado, los revolucionarios no podemos dejar de criticar el método terrorista utilizado por los guerrilleros separatistas islámicos comandados por Bassiev. Bajo la ideología burguesa reaccionaria del islam y con métodos terroristas, la dirección guerrillera no hace más que aislar la lucha de las masas chechenas por la liberación nacional y dejar a las masas rusas en los brazos del chauvinismo racista ruso. En lugar de impulsar, debilita la lucha política de las masas por la liberación de Chechenia y Daguestán. Primero porque otorga a Yeltsin una justificación para los ataques contra Chechênia y le da aire a las maniobras distracionistas que intentan retardar la debacle de su gobierno ante la presión del proletariado ruso. Y segundo porque reduce el papel de las masas (que sólo pueden conquistar su libertad por la via de la revolución social) desarrollando un sentimiento de impotencia y la creeencia de que su salvación sera obra de un grupo mesiánico. Este tipo de método está en perfecta consonancia con los intereses reacionários de los caudillos fundamentalistas islámicos que buscan eliminar cualquier organización política clasista, independente y laica de los pueblos oprimidos.
De esta forma, la guerrilla fundamentalista debilita la lucha por la liberación nacional de los pueblos del Cáucaso y terminara canjeando en la mesa de negociacioes la verdadera independencia nacional y el derecho a la libre separación política del estado opresor por la concesión de una autonomia tutelada. Bajo esta dirección islamista, las masas caucasianas corren el riesgo de ser traicionadas de la misma forma que la dirección del ELK traicinó a los albano-kosovares subordinando la lucha por la liberación nacional a los intereses imperialistas, estabeleciendo una opresión mucha más reaccionaria que la ejercida por los serbios. Frente a las ambiciones del imperialismo sobre la región del Cáucaso, semejante traición no sería rara de parte de las direcciones fundamentalistas que, en Afganistán, fueron la punta de lanza de la CIA contra la URSS. De todas formas, apesar de colocarse siempre en el campo militar opuesto al del imperialismo, los revolucionários no deben renunciar al reconocimiento del derecho de las naciones oprimidas a su autodeterminación. Al mismo tiempo que se lucha por ese derecho, el proletariado debe tener claro que los estados nacionales son un progresso histórico si tienen un objetivo estratégico. Este no puede ser la fragmentación de los pueblos en un puñado de micro estados, sino la construcción de una Federación de Repúblicas Socialistas, y en este caso la reconstrucción de la URSS. Tode esto dentro del marco de la busqueda de la unidad con los trabajadores de todo el mundo.
UNIFICAR LA LUCHA DE LOS PUEBLOS DE LA EX-URSS TRAS EL OBJETIVO DE UNA NUEVA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE
Sólo será posible conquistar la verdadera autonomia a través de la unidaded de los trabajadores del Cáucaso contra los capitalistas locales, vinculados al crimen organizado y ávidos por asociarse al imperialismo para mejor explotar la fuerza de trabajo y las riquezas naturales de la región. Como hace mucho nos enseñó Lenin sobre la tarea de los revolucionarios de las naciones oprimidas y opresoras en la lucha por la liberación nacional de las primeiras: "los socialdemócratas de las naciones opresoras deben reivindicar la liberdad de separación de las naciones oprimidas - pues, de lo contrario, el reconocimiento de la igualdad de derechos de las naciones y la solidaridad internacional de los obreros sería en la práctica apenas palabras huecas, apenas una hipocresia. En cuanto a los socialdemócratas de las naciones oprimidas, estos deben realzar la unidad y la fusión de los obreros de las naciones oprimidas con los obreros de las naciones opresoras - pues de lo contrario esos sociaildemócratas se tornarán involuntariamente aliados de otra burguesía nacional, que traiciona siempre los intereses del pueblo y la democracia, y está siempre lista, por su lado, a anexar y a oprimir otras naciones." (V.I. Lenin, El proletariado y el derecho a la autodeteminación, 29/10/1915). Es preciso crear organismos de masas de poder proletario y subordinar a la guerrilla a la luch por la insurrección socialista, expropriando a las clases dominantes de la región con métodos de dictadura proletaria. Simultaneamente, es preciso poner en práctica la unidad de acción con los trabajadores rusos contra la restauración capitalista, por el derrumbe revolucionario del gobierno de Yeltsin y la expropriación de la nueva burguesía. Para impulsar estas tareas, no basta con apoyar a los grupos guerrilleros, es preciso construir un partido bolchevique internacionalista, como el de Lenin y Trotsky, capaz de organizar al conjunto de las nacionalidades oprimidas y de unificar la lucha por la realización de las tareas democráticas y por la liberación nacional con la lucha por una nueva revolución de octubre y la reconstrucción de la URSS.
3 de octubre de 1999
Liga Bolchevique Internacionalista (Brasil)
Partido Obrero Revolucionario (Argentina)
CEMICOR: Poder Obrero (Bolívia-Peru), Grupo Comunista Obrero (Nueva Zelandia)