COMO SEGUIR LA LUCHA
PREPARARNOS EN CADA ASAMBLEA BARRIAL HACIA LA
TERCERA ASAMBLEA PIQUETERA DEL 16/02/02
ELABOREMOS UN
PROGRAMA DE GOBIERNO COMO SALIDA A LA CRISIS DEL PAIS
Los acontecimientos del 25 de enero, con el
pueblo en las calles expresando su bronca, han demostrado la importancia del movimiento
que empezamos a construir asambleariamente.
Las asambleas barriales son la base que hemos
ganado para expresar la gran rabia popular. A boca de jarro se escuchaba por
todos lados “que se vayan todos” “queremos trabajo”, “nadie eligió a este
presidente”, “juicio político a los jueces”, etc. Es un gran movimiento que no
sólo pide la devolución de los ahorros, sino que empezamos a transitar la
maduración de necesidades determinadas por el hartazgo ante el gran robo
organizado, empresarial y gubernamentalmente por décadas.
La organización que hasta hoy logramos
expresa la bronca de todos.
Han pasado apenas 26 días de la asunción de
Duhalde y han bastado para que la vida misma nos enseñe que éste es otro presidente
que gobierna para los empresarios de siempre, los Fortabat, los Pérez Compac,
los Techin, Repsol que son los que verdaderamente dirigen el país. De las
promesas del millón de puestos de trabajo sólo queda el recuerdo, y lo que sí
ha demostrado es cómo sigue beneficiando a los bancos usureros, cómo ha puesto
nuestro maltrecho salario en un claro proceso de pulverización con la
devaluación a través de los Lecop y demás yerbas.
La desocupación en el último mes y medio ha
pegado un salto que el propio gobierno no puede ocultar. Y como respuesta a
todos nuestros reclamos, recibimos balas y garrote, es un gobierno que está
dispuesto a desalojarnos de las plazas y las calles con la burda idea de “los
infiltrados” o “violentos”. Queda cada vez más claro que los violentos, los
inadaptados son el propio gobierno y sus cómplices parlamentarios, son ellos
los que cotidianamente violentan las mesas obreras al sacarnos el pan de la
boca, los pequeños ahorros que juntamos con el esfuerzo de años, la posibilidad
de trabajo, educación y salud.
El masivo repudio a los jueces de la Corte
Suprema, cómplices de los gobiernos de turno (radical o peronista) para avalar
cada una de las leyes que nos oprimen cada vez más, debe traducirse también en
un debate político dentro de las asambleas. Creemos que el "juicio
político" a la Corte no basta, porque en primer lugar ese juicio lo
realizarían los parlamentarios tan cómplices como los jueces; segundo porque de
lo que se trata es de tomar en nuestras manos la resolución de la justicia, es
decir, Tribunales Populares que no sólo encarcelen a los que se robaron la
Nación, sino a los genocidas del Proceso Militar, a cada represor, y libere a
los compañeros y desprocese a los luchadores.
Debemos
debatir colectivamente en nuestros
ámbitos cómo enfrentar la represión, nuestra autodefensa y claridad hacia dónde
vamos depende el futuro de nuestras Asambleas y movimiento.
Los trabajadores, la juventud, los jubilados
y las amas de casa, los desocupados empezamos a confluir en la construcción de
este extenso movimiento asambleario que recorre el país.
El Domingo pasado se movilizaron desde la
Matanza el movimiento de trabajadores desocupados: los piqueteros, en reclamo
de planes trabajar y trabajo para todos, tomando las banderas más sentidas de
las Asambleas Populares Los piqueteros protagonizaron junto a trabajadores
ocupados la segunda Asamblea Nacional Piquetera que con claridad señaló los
principales males de aquejan a nuestro país, y que dio al movimiento las armas
suficientes para seguir hasta la Tercera Asamblea Piquetera.
Paradójicamente también delegó en la mesa de
dirección un nuevo enlace con los Moyanos, Daers y De Genaros, jefes de las
Centrales Obreras que han dado la espalda a más de una pelea, que nada han
hecho para organizar la bronca de los
de abajo, abonan el camino de la concertación, de la negociación con los
diferentes gobiernos de turno para asumir el papel de bomberos apagando los incendios sociales.
Compañeros: se impone el balance para superar
los obstáculos que el enemigo de clase nos pone. Debemos y tenemos que confluir
en las Asambleas Populares barriales y coordinar desde éstas la preparación de
una gran Asamblea Nacional Popular con delegados elegidos por la base.
Discutamos juntos cuál es el programa de gobierno
para salir de la crisis planteada en el país. Qué plan de lucha necesitamos
hasta derrotar a los ajustadores, debemos ligarnos en cada Asamblea barrial a
los Colegios, las fábricas, los hospitales, etc. para solidarizarnos con los que aún no pueden superar a la
burocracia traidora y que se sumen a nosotros.
Se escucha cotidianamente desde los
diferentes espacios asamblearios, o inclusive desde los representantes políticos
de la gran patronal, “¿después de Duhalde qué?”. Nosotros contestamos después
de Duhalde, es decir cuando lo echemos: Las Asambleas.
La ilusión de nuestros espacios de discusión
y resolución, de que con la presión podemos modificar la realidad y enderezar
la conducta de los políticos, es el talón de Aquiles de nuestro movimiento asambleario
utilizado por nuestros enemigos: los políticos patronales y sus instituciones,
para seguir maniobrando y gobernando en contra de nuestros intereses. Debemos
madurar que después de Duhalde somos nosotros los que tenemos y podemos
gobernar con relación a nuestros verdaderos intereses.
Sólo nosotros desde las asambleas y su
maduración podemos resolver los problemas que nos aquejan cotidianamente.
Nuestra
propuesta de Programa de Gobierno
1.-
Salario y jubilación mínimos equivalentes al costo de la canastas familiar.
2.- No a los
despidos. No a los “retiros voluntarios”. Ocupación de toda fábrica o empresa
que cierre, suspenda masivamente o despida. Reparto de todas las horas de
trabajo disponibles entre todos los trabajadores sin afectar el salario. No a
las racionalizaciones o traslados en la administración pública. Defensa de las
condiciones de trabajo y la jornada máxima de 8 horas.
3.- No a las
privatizaciones. No a la entrega de las riquezas que son patrimonio del trabajo
del pueblo. Defensa de las empresas y propiedades estatales. Instauración del
control obrero colectivo. Reestatización de todas las empresas privadas.
Monopolio estatal de toda la actividad bancaria, aseguradora, de los transportes,
la energía, las comunicaciones, los puertos, el acero.
4.-
Expropiación de la burguesía terrateniente. Estatización general de toda la
tierra en su poder. Tenencia y explotación a cargo del Estado y en función de
las necesidades generales del país y del desarrollo regional. Monopolio estatal
del transporte, almacenaje y comercio exterior de toda la producción.
5.- Monopolio
estatal de la educación, que debe ser laica, gratuita y científica.
Expropiación de todos los establecimientos privados y su puesta en
funcionamiento a cargo del Estado y mediante el co-gobierno de la comunidad
educativa.
6.- Monopolio
estatal de la salud. No a la transferencia de hospitales. Rechazo a toda forma
de privatización total o parcial. Expropiación de todas las clínicas,
sanatorios y laboratorios medicinales. La salud de la población no puede
depender de la tasa de ganancia de los capitalistas. No a los aportes obreros
compulsivos a las obras sociales. Control obrero colectivo de las mismas.
7.- Derecho a
la vivienda. No a los desalojos. Congelamiento de los alquileres en un nivel
que no supere el 10% del salario del inquilino. Entrega de títulos de propiedad
a los ocupantes de tierras, conventillos y casas abandonadas. Plan nacional de
viviendas bajo control obrero y de los adjudicatarios.
8.- Derechos
laborales para la mujer, igual trabajo igual salario. Despenalización del
aborto. Libertad sexual. Derecho a la planificación familiar.
9.- Basta de
corrupción y negociados. Investigación de las fortunas de los gobernantes y los
principales grupos económicos que operan en el país. Apertura de sus libros.
Abolición del secreto bancario y comercial. Tribunales Populares de
enjuiciamiento y castigo. La injusticia burguesa defiende a los corruptos e
inmorales. Jamás los castigará.
10.-
Investigación y castigo de todos los crímenes impunes perpetrados por la
dictadura militar y bajo este régimen
constitucional. Libertad a todos los presos políticos. Plena vigencia de las
libertades democráticas y de organización sindical y política. Plena vigencia
del derecho de huelga. No a los “arbitrajes obligatorios”.
11.-
Desmantelamiento del aparato represivo. Por la satisfacción de los reclamos
salariales y de condiciones de vida de la tropa y la suboficiliadad. Por plenos
derechos de organización sindical y política en los cuarteles. Por el derecho a
la insubordinación de los uniformados contra su superioridad. Por la
destrucción de las actuales fuerzas armadas y su reemplazo por otras basadas en
el armamento general de la población.
12.- Ruptura
con el Imperialismo. Desconocimiento de la deuda externa e interna con bancos y
capitalistas. Ruptura de todos los tratados militares con el imperialismo.
Ninguna participación en “operativos conjuntos”. Pleno desarrollo atómico del
país. Expropiación de todas las empresas imperialistas instaladas en el país.
Expulsión del imperialismo en Malvinas y del territorio argentino. Frente al
Mercosur de las multinacionales oponer la unidad latinoamericana obrera y
campesina.
13.- Por la
expulsión del poder de la burguesía argentina y sus lacayos de turno mediante
la acción directa y revolucionaria de masas.