Entrevista con Rudolf Gantenbrink

Por Fernando López

La ciudad de Munich nos recibió con temperaturas de diez grados bajo cero y cantidades ingentes de nieve. El contraste con los más de cuarenta grados con los que recientemente nos obsequió el Valle de los Reyes es un indicador claro de que íbamos a encontrarnos con una forma diferente de hacer arqueología. Este contraste es mucho más evidente después de conversar con Rudolf Gantenbrink, el ingeniero que diseñó el prototipo Upuaut-2 y descubrió lo que parece ser una puerta en el canal de ventilación Sur de la cámara de la Reina.

Así, como nos confirmó Zahi Hawass, máximo responsable arqueológico de la meseta de Giza, las autoridades egipcias están realizando un importante esfuerzo por conservar los monumentos actuales. Por otra parte es obvio que Egipto no dispone de los recursos suficientes para abrir todas las líneas de investigación que los estudiosos occidentales desearían. Gantenbrink es el prototipo de investigador occidental que se ha aproximado al tema de la egiptología desde una disciplina diferente de la historia y la arqueología tradicional. La incorporación de investigadores de diferentes ramas de la ciencia y la ingeniería está aportando riqueza y profundidad al debate, pero esta aportación está chocando frontalmente con la línea oficial de la egiptología poco habituada a revisar las páginas ya escritas de la historia.

Rudolf Gantenbrink es un ingeniero brillante y un apasionado de la egiptología. A diferencia de la mayor parte de los estudiosos de las pirámides Gantenbrink aporta, ante todo, una visión práctica. Su punto de vista es el del ingeniero que pretende dilucidar cómo están construidas las pirámides utilizando para ello sólo la información que él mismo puede verificar. Sus estudios están libres de la obsesión de los arqueólogos por justificar los textos heredados de arqueólogos anteriores y de la necesidad de otros estudiosos por atrapar al gran público con teorías a menudo insuficientemente asentadas.

La primera noticia grata que recibimos fue la confirmación de la participación de Gantenbrink en la conferencia de El Cairo que comenzará el próximo 30 de Enero (aplazada al mes de Mayo). En esta conferencia se darán cita una buena parte de los especialistas en el estudio de las pirámides de Egipto. Allí estarán Zahi Hawass, Rainer Stadelmann, Mark Lehner, Ed Krupp, Graham Hancock, Robert Bauval y John Anthony West entre otros. En esta conferencia Rundolf Gantenbrink mostrará sus estudios sobre las dimensiones de la Gran Pirámide. A través de una serie de cálculos Gantenbrink llega a la conclusión de todos los puntos de referencia de la Gran Pirámide pueden ser ajustados en una rejilla. La dimensión de la rejilla nos puede permitir obtener la escala del plano con que trabajó el arquitecto de la pirámide. Esta escala, según Gantenbrink, sería 1:40. Si se confirman sus hipótesis el trabajo de Gantenbrink podría ser la base de cualquier estudio posterior sobre la geometría de la Gran Pirámide.

La Gran Pirámide presenta actualmente dos caminos conocidos sin explorar. El primero de ellos es el canal de ventilación de la cara norte de la cámara de la Reina. Upuaut-2 se encontró un recodo inesperado en el camino y una vara de madera atravesando el conducto. En la exploración de 1993 Gantenbrink decidió no continuar por el recodo ante el riesgo de que el robot quedase atascado y no pudiese regresar. En la cara sur se encontró una losa que bloqueaba el paso. El estudio posterior de las imágenes enviadas por el robot indicó que podría tratarse de una puerta.

Gantenbrink está trabajando en la actualidad en un nuevo prototipo que pueda continuar la exploración del canal de la pared norte. El canal de ventilación de la cara Norte debe ser la primera prioridad en las futuras investigaciones en la gran pirámide. Asimismo sería muy interesante poder obtener una muestra de la vara de madera para poder datar su antigüedad mediante carbono 14.

Gantenbrink nos comentó algunas de las interesantes evidencias que se han encontrado en los canales de la cámara de la reina tras un cuidadoso examen de las imágenes enviadas por Upuaut-2.

Dentro del canal se han encontrado surcos de unos 4 mm de profundidad. Estos surcos fueron fotografiados por Upuaut-2 antes de pasar sobre ellos, por lo que no son huellas de las ruedas del robot ni nada parecido. Es posible encontrar surcos similares en buena parte de las rocas del exterior de la pirámide, y pueden indicar el procedimiento utilizado por los egipcios para conseguir que las uniones entre las rocas sean tan perfectas. La técnica empleada consistiría en unir las rocas y a continuación, utilizando una sierra de bronce, aserrar la unión entre las rocas. Con ello se consigue que las dos caras de las rocas sean casi perfectamente coincidentes. A continuación se extrae la hoja de la sierra y se juntan las dos piedras. Los surcos en la parte superior de la juntura de las piedras serían una marca producida por los obreros con el mango de la sierra.

Otra de las evidencias importantes encontradas en las fotografías es la existencia de indicios de surcos en las paredes que podían haber sido utilizados como guías para cuerdas que podrían servir de topes.

Observando la roca que bloquea el paso al final del canal encontramos pequeñas muescas en forma de triángulos en los extremos superior e inferior izquierdo. Este tipo de muescas es característico en las piedras utilizadas en las puertas en otras construcciones egipcias. La muesca de la esquina inferior derecha tiene un tamaño de 5 mm; la muesca superior derecha apenas mide 3 mm. En la base de la losa hay una pequeña marca paralela a la puerta de 0,4 mm de anchura. Durante la construcción del canal la losa debía permanecer suspendida en una oquedad sobre la posición que ocupa ahora. Al finalizar la construcción se dejó caer para bloquear el paso. Las marcas de bronce en el frontal de la losa son empleadas como topes para impedir que la puerta pueda volver a ser izada. Los indicios que muestran las fotografías obtenidas por Upuaut-2 nos llevan a la conclusión de que detrás de la puerta debe haber algo. Esta conclusión es diferente de la opinión del doctor Hawass, que considera que en la Gran Pirámide no quedan nuevas salas por descubrir. Posiblemente la conferencia de El Cairo aporte nueva luz a este debate.

En uno de los libros de Bauval, The Orion Mistery, se hace referencia a algunos datos experimentales obtenidos por Rudolf Gantenbrink durante su estancia en la Gran Pirámide. Así, Bauval afirma que la inclinación de los canales de la Cámara del Rey es diferente a la inclinación calculada por Petrie. Gantenbrink nos confirmó este punto. Los prototipos que recorrieron los canales de la cámara del Rey y de la Reina llevaban incorporado un inclinómetro que les permitió obtener medidas precisas. Los ángulos de inclinación son diferentes de las estimaciones de Petrie, si bien, los valores indicados en el libro de Bauval son incorrectos.

Otra de las afirmaciones de Bauval en el mismo libro resultaba mucho más sorprendente. Según Bauval, Gantenbrink había datado la construcción de la pirámide en el año 2450 ac utilizando un dispositivo láser. Esta afirmación había levantado nuestras sospechas porque no se especificaba el tipo de láser ni conocíamos ninguna técnica que utilizase láser para datar piedras. Por un lado, el único tipo de dispositivo láser portátil actual son los láseres de colorante, que no tienen la potencia suficiente para alcanzar un nivel mínimo de penetración en la roca. Los láseres más potentes, de mezcla de gases, son mucho más voluminosos, por lo que el montaje necesario para utilizarlo hubiera tenido que ser espectacular: el generador debería estar situado fuera de la pirámide y el rayo debería ser transmitido hasta el emisor a través de más de doscientos metros de fibra óptica. Realizar toda esta costosa instalación es perfectamente posible, pero el rayo láser no tiene ninguna aplicación técnica en la datación de rocas, por lo que ignorábamos como se había obtenido la fecha. Por último, pero no menos importante, aún si fuera posible datar la roca, el dato resultante sería el de la formación de la roca en la cantera, pero nunca el de la edificación. Gantenbrink desmintió cordialmente la información proporcionada por Bauval confirmando nuestras sospechas de que algunos de los datos expuestos en The Orion Mistery y otros libros han sido totalmente inventados.

Rudolf Gantenbrink no cree en las aplicaciones astronómicas de los canales de ventilación de la cámara del Rey. Todas las hipótesis sobre orientaciones de estrellas efectuadas hasta el momento chocan frontalmente con los datos reales de inclinación de estos conductos. La dirección indicada por el canal sur no apunta a Alnitak, Alnilam ni Mintaka, las tres estrellas del cinturón. El canal Norte tampoco apunta a la Thuban, la alpha del dragón. Estas no coincidencias se cumplen para la posición de las estrellas desde el 3000 ac hasta nuestros días.

La utilización de los canales como puntos de observación choca con otro obstáculo aún mayor: la imperfección de los propios canales. Los dos canales se caracterizan por tener una inclinación casi constante. Pero la orientación en el plano horizontal es mucho menos perfecta. El canal de la cara Sur presenta una desviación de 30 cm. Aun tratándose de una desviación mínima es suficiente para que no pueda observarse el exterior de la pirámide desde el interior de la cámara. El canal de la cara norte presenta un recodo hacia la izquierda para esquivar la gran galería, y a continuación, en el tramo que le lleva hasta el exterior, presenta múltiples desviaciones a uno y otro lado. Este canal está construido con mucha menos perfección que el canal de la cara norte. Posiblemente en la construcción del canal participaron equipos diferentes de obreros para cada tramo, y la coordinación entre los equipos no fue suficientemente buena,

Gantenbrink se pregunta por la utilidad real de los canales, y expresa sus dudas acerca de la versión arqueológica que pretende sean conductos para la salida del alma del faraón al exterior. En este aspecto es especialmente llamativo que la única pirámide con canales de ventilación sea la gran pirámide, con excepción de la pirámide acodada, en la que aún queda mucho por explorar. Los demás faraones no necesitaban ningún camino para salir de la pirámide. ¿Acaso el espíritu de Khufú era mucho más torpe que los espíritus de los demás faraones?

Posiblemente aun queden más zonas de la pirámide por explorar. Gantenbrink está especialmente interesado en la quinta cámara de descarga. Los análisis químicos del pigmento utilizado en el cartucho de Khufú no han revelado ningún dato adicional que corrobore su autenticidad, pero tampoco existen evidencias acerca de su falsedad.

Lo más interesante que se descubre al observar cartucho de Khufú es que está situado entre dos piedras. Esto es algo muy extraño, ya que la técnica habitual de las construcciones egipcias consiste en grabar primero la piedra y después colocarla, pero en este caso la marca está superpuesta entre dos piedras, lo cual constituye un caso único. Esto podría indicar que detrás del cartucho hay algo.

Durante la expedición de Octubre obtuvimos una serie de fotografías del interior de la Gran Pirámide que muestran el estado actual de la Gran Pirámide. Gantenbrink observó que se han colocado nuevos testigos en las grietas de la Cámara del Rey. También prestó especial atención a las fotografías del pozo situado en la esquina noroeste de la Cámara del Rey, junto al sarcófago. En la última visita de Gantenbrink a la Gran Pirámide este pozo estaba parcialmente tapado por una roca y cerrado por una rejilla. Actualmente la roca se ha desplazado a la cara sur de la habitación para dejar sitio a un andamio y la rejilla ha sido sustituida por una reja de cinco barrotes. Esto nos permitió obtener fotografías del interior del pozo y de una pequeña bifurcación situada a menos de dos metros de profundidad. La teoría de Gantenbrink sobre el diseño de la Gran Pirámide sitúa un punto de referencia bajo la Cámara del Rey, justo en la dirección de la bifurcación.

Las fotografías de la Cámara del Caos le resultaron especialmente impactantes. Gantenbrink conocía las alteraciones que sufren los aparatos electrónicos en el interior de la cámara del caos, por lo que, aunque no le sorprendieron en exceso las evidentes alteraciones magnéticas mostradas por una simple brújula, si le llamó la atención la intensidad de las mismas.

Observando alguna de las fotografías comentó que en 1993, antes de instalar los aparatos necesarios para los cinco días de trabajo con Upuaut-2 en la Cámara de la Reina, tuvo que ser retirado un metro cúbico de desperdicios. También observó que el extractor situado en la Cámara de la Reina es nuevo. Deberemos esperar a la apertura de la Gran Pirámide para comprobar si es una instalación temporal o si es una modificación permanente.

De la Gran Pirámide pasamos a la Pirámide Roja de Dashur, una de las dos pirámides asignadas al faraón Snefru. Gantenbrink considera que las llamativas marcas de las paredes de la Pirámide Roja son restos dejados por los murciélagos que poblaban la pirámide. La ausencia de marcas en el borde superior de las losas, en el límite con la piedra superior puede indicar que anteriormente los bordes de las losas estaban cubiertos por listones de madera. Confiamos en que el análisis químico de estos restos pueda aportar datos que permitan esclarecer su origen. Además, Gantenbrink nos confirmó que la llamativa grieta de la gran roca sobre la entrada de la primera cámara de la pirámide estaba presente cuando él visitó la pirámide, a principios de los 90. Las concordancias en las direcciones de exfoliación de las rocas de esta pirámide son suficientemente interesantes como para justificar una investigación detallada.

En las pirámides de Kefrén y Micerino las salas están situadas bajo el suelo o a nivel del mismo. En la pirámide roja las dos primeras salas están situadas a nivel del suelo, y la tercera está un poco más elevada. En la pirámide acodada, las salas conocidas están igualmente bajo tierra excepto la sala del sarcófago, que está un poco por encima del nivel del suelo. La Gran Pirámide es la única en la que la mayor parte de la estructura se encuentra dentro de la pirámide. Esta peculiaridad en el diseño plantea problemas adicionales a los estudiosos de la Gran Pirámide, ya que no basta con discernir los métodos utilizados para situar los bloques de piedra que conforman la pirámide, también es necesario averiguar cómo se construyeron los pasillos y salas en el interior de la misma. La casi total ausencia de estructuras en el interior mismo de las pirámides puede deberse a que la Gran Pirámide es mucho más compleja que las demás pirámides o a que aún faltan muchas cosas por descubrir en el resto de pirámides de la Dinastía IV. Todo lo que diga o escriba sobre este punto queda en el terreno de la especulación.

Preguntamos a Gantenbrink el motivo por el que de momento las investigaciones parecen haberse centrado únicamente en la Gran Pirámide:

Todas las pirámides están en mi ordenador, y todas ellas serán objeto de estudio en un futuro. El problema es la ausencia de mediciones fiables en todas las demás pirámides. Se llega al extremo que en la pirámide de Kefren, Rinaldi se equivoca al describir el techo de la cámara del sarcófago, describiendo una cámara similar a la que se encuentra en la pirámide de Unas, con una pequeña hendidura entre el límite superior de la pared y las losas inclinadas que conforman el techo. Incluso aporta el dato de que la hendidura es de cinco centímetros. Cualquier visitante puede darse cuenta de que la cámara del sarcófago de la pirámide de Kefren no presenta esta peculiaridad. El estudio de las demás pirámides debe comenzar, por tanto, por un trabajo descriptivo similar en alcance y calidad al efectuado por Petrie en la Gran Pirámide.

Antes de despedirnos, Rudolf Gantenbrink nos confirmó que está trabajando en un libro en el que expondrá todas sus hipótesis acerca de la construcción de la Gran Pirámide. No podemos menos que esperar con impaciencia la publicación del libro y el resultado de la exploración del canal de ventilación de la cara norte de la Cámara de la Reina que previsiblemente tendrá lugar durante el año 1999. La apertura de la supuesta puerta del canal sur aún tendrá que esperar algún tiempo, aunque confiamos en que los nuevos descubrimientos y nuevos debates harán que la espera nos resulte al menos muy entretenida.

 

 

(C) Fernando López Velázquez. Diciembre 1998

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