Editorial


 

De las fiestas patrias a la toma de Acatlán

 

Muchas son las cosas que han sucedido desde nuestra última edición, misma que se vio interrumpida a causa de compromisos que adquirió Disidencia con otros medios de información.

Por ello, si Disidencia salió de circulación por algún tiempo, no se debió a que hayamos abandonado la lucha, sino que durante ese período se hizo más intensa.

Así, éste número 6 será un compendio de lo acontecido del 23 de septiembre al 16 de octubre del presente año.

Después de la euforia de las fiestas patrias, vino la gran marcha del 2 de octubre, donde participaron contingentes de diversas escuelas, universidades y organizaciones sociales.

¿Mayoría o minoría?

Tanto el rector como el Consejo Universitario, han dicho una y otra vez, que las instalaciones de la UNAM han sido tomadas por grupos minoritarios que sólo buscan un bienestar personal, pero a ello, surge un cuestionamiento: ¿confunden representatividad legal con mayoría representativa? ¿o consideran mayoría a los que concentran gran poder a causa de sus vínculos con el estado?

Por un lado, el Consejo Universitario, es la instancia donde están representados estudiantes, académicos, investigadores, trabajadores y autoridades ¿pero en qué proporción? Y ¿cuáles pueden ser los parámetros para entender una auténtica mayoría?

Lo anterior puede ser muy subjetivo, porque si bien, lo que se discute, se impone, mayoritea o lo que se haga, es legalmente representativo si emana del Consejo Universitario, no es acatado por una comunidad universitaria que se ha sublevado ante el poder aplastante de las autoridades universitarias y del Estado. ¿por qué sucede esto?

Sucede tal vez porque esa representatividad legal está amañada y no es incluyente y proporcional. Para muestra un botón.

Para el 2 de octubre, las autoridades hacen una convocatoria a toda la comunidad universitaria (entiéndase antiparista) de entre ellos, a los académicos, investigadores, personal de confianza, y todos aquellos paleros pagados o beneficiarios del poder universitario que desean a toda costa, ellos sí, mantener las comodidades y prerrogativas con que el poder premia a sus fieles sirvientes.

Por otro lado, el CGH de la UNAM, hace una modesta convocatoria a través de su asamblea plenaria, misma que se difunde como una nota más en los medios de información, disfrazada más de caos vial que de una manifestación de conciencia social.

El resultado es claro. A pesar de los desplegados pagados por rectoría, publicidad gratuita en los medios de información, llamadas telefónicas, adherencia de los comediantes estudiantiles, etc., no logran aglomerar a más de 200 personas en su evento (¿esa es mayoría?, si me preguntan, esa es una contundente minoría), mientras, el CGH reúne a más de 60 mil personas (preferentemente estudiantes) en cifras dadas por los medios más conservadores o incluso más de 100 mil en los más optimistas, con todo y las complicaciones de una marcha MARATÓNICA que nace en Ciudad Universitaria y concluye en la plaza de las tres culturas en tlatelolco, sin tanta publicidad, calumniada como revoltosa, etiquetada como caótica e incómoda, etc. con todo y eso, fue una marcha muy nutrida, tal vez la más grande desde que estalló el movimiento universitario; plural, donde hasta los PUNKS se sintieron incluídos, donde los homosexuales se sintieron cobijados, y ni hablar del IPN, UAM, Organizaciones Sociales, etc. que se sumaron a la convocatoria, pero sobre todo, los estudiantes de la UNAM que acudieron a la cita porque se sintieron representados. ¿Esto demuestra que somos minoría o que la mayoría está mal representada en el Consejo Universitario?

La respuesta es contundente, LAS MAYORÍAS SIEMPRE HAN ESTADO MAL REPRESENTADAS EN EL PODER MEXICANO. Porque una mayoría representada, implicaría poder al pueblo, y el pueblo en el poder es algo que no satisface a Estados Unidos y a sus hijos predilectos: los priístas, en particular y a los políticos corruptos, déspotas, prepotentes y vendidos en lo general.

¿Hasta cuándo reconocerán las autoridades universitarias que el movimiento estudiantil de la UNAM es una manifestación mayoritaria que les dice claramente en su cara USTEDES SON MINORÍA Y ABUSANDO DE SU PODER, NOS IMPONEN DECISIONES CON LAS QUE NO ESTAMOS DE ACUERDO?.

El origen del problema es muy amplio, pero el origen de la huelga en la universidad se debe fundamentalmente a que las mayorías no pueden hacerse escuchar y sentir, de ahí que la UNAM esté en huelga, y aún y con esto, las autoridades de la UNAM, ciegas, sordas y mudas, siguen sin hacer caso a una comunidad inconforme e insatisfecha con su proceder.

¡Qué vanidad! ¡Qué pobreza ética y moral! ¡Qué indignidad!...... ¡Qué poca MADRE!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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