TROBADA DE XIQUETS DE CATEQUESIS

E. Serret

El día 29 de marzo tuvo lugar en la ermita de la Mare de Déu de l'Adjutori de Benlloch, la Trobada Anual de Xiquets de Catequesis pertenecientes a veintidós pueblos correspondientes a las comarcas de la Plana Alta, l'Alcalatén y Alt Maestrat. Nuestra parroquia formó parte de la misma, a la que asistieron veinte niños acompañados de sus catequistas.

A las diez de la mañana salimos de la plaza en autobús los niños de catequesis, acompañados por Anita, Tonica y Enriqueta, pertenecientes a los distintos cursos de pre-comunión.

De 1er curso las niñas eran: Vanessa, Julia, Anna, Jessica, Esther y Almudena. De 2º curso: Adrián, Vanessa, Laura, Alma, Sonia, Jennifer, Pili e Isabel. De 3er curso: Mª José, Paloma y Andrea. Las niñas de post-comunión eran: Alba, María y Marilén.

Después de recoger a los niños de Villanueva y a sus catequistas, nos dirigimos a Benlloch, donde fuimos recibidos por algunos integrantes de la organización.

Antes de llegar a la plaza de la Iglesia, por un itinerario muy bien señalizado por carteles alusivos a la Trobada, nos colocamos en la camisa los distintivos que nos diferenciaban de los demás pueblos, consistentes en una nube blanca en la que escribimos nuestros nombres y el de nuestro pueblo.

Al llegar a la plaza de la iglesia se nos colocó encima de nuestra pegatina otra más pequeña en forma de figura geométrica de distinto color y tamaño, que más tarde nos serviría de indicativo para formar grupos con otros de los quinientos niños que allí nos reunimos y que luego, ya en la ermita, participaríamos en una divertida gymkama.

Allí mismo tuvo lugar la presentación de cada pueblo, entre cantos y alzamientos de pancartas que nos identificaban con nuestro lugar de origen.

Presentación del pueblo

Seguidamente almorzamos y formamos los grupos, y... ¡hala!, ya cada cual con su grupo, andando, a la ermita de la Mare de Déu de l'Adjutori.

Una vez en la ermita, como había tantísimos niños, se formaron dos circuitos en los que tendría lugar la gymkama que, de inmediato, tuvo comienzo.

Fue divertido afeitar los globos enjabonados, bailar una sevillana, tumbar los bolos, ponerse la ropa al revés o pintarse la cara de animalito, entre otras pruebas, a las que se accedía después de responder a las preguntas que nos hacían cada una de las doce bases, relativas a un tema sobre el Espíritu Santo en este año que la Iglesia le dedica.

Finalizada la gymkama, ya hora de comer, nos reunimos los participantes de cada pueblo alrededor de las mesas de piedra, bajo los pinos, donde comimos.

La hora del bocata

Allí se agregaron nuestros párrocos; después de haber cumplido con sus obligaciones de domingo por la mañana.

Ya después de comer, dedicamos el tiempo que faltaba para la Misa, los juegos y ensayo de cantos para la misma; aunque fue en estos momentos cuando nos incordió una ligera lluvia que nos hizo cobijarnos en el interior de la ermita durante un rato. Al cesar de llover, la celebración de la Eucaristía pudo realizarse en el exterior.

Al finalizar la Santa Misa, que siempre resulta muy alegre con los cantos ensayados por los niños y su participación, regresamos a casa, donde llegamos a media tarde y nos esperaban el resto de los padres de los niños que no se habían reunido con nosotros en la celebración de la Eucaristía.

Este ha sido el resumen de un encuentro entre niños de catequesis de entre cinco y diez años de diferentes pueblos, que durante una agradable jornada, conviven entre sí compartiendo juegos, comida y cantos; y que todos, al finalizar, expresan su deseo de repetir el próximo año que, para nuestra parroquia, será el cuarto año que participa, después de asistir hace dos años a la ermita de San Vicente de l'Alcora y el año pasado a Sant Pau, en Albocácer.

Que el Señor nos proteja a todos y podamos asistir el año próximo a este encuentro tan entrañable.

Publicat al nº 58 (pàgina 28) del periòdic local "Tossal Gros" de les Coves de Vinromà

This page hosted by Get your own Free Homepage