Bienvenido. Soy un aprendiz de Alquimista cuya formación en las ciencias químicas me ha llevado por el fascinante camino de seguir a la Naturaleza habiendo encontrado en la Alquimia el sendero justo y directo hacia el conocimiento de la misma, no obstante ser ésta la evangélica "puerta angosta" y el proverbial " camino espinoso". Y de verdad que lo es en todos sentidos pues a primera vista está lleno detropiezos y aparentes contradicciones conceptuales y empíricas, de tal suerte que no solamente es necesario un conocimiento parcial de los conceptos y cierta habilidad manipulativa de laboratorio, sino toda una gama de la llamada cultura universal que a fin de cuentas se transmuta en sabiduría universal.

Y así es en realidad. Cuándo usted entra en contacto con un Maestro Alquimista, se da inmediatamente cuenta que mínimo domina tres idiomas, que tiene un acervo de conocimientos impresionante sobre ciencias clásicas, mitología, simbolismo, arte, sociología y tradiciones, sin dejar de mencionar el importantísimo conocimiento de la química de los siglos que van del XV al XX, para poder comprender el significado de las afirmaciones de los textos clásicos y entender lo que sus autores realmente quisieron expresar, sin poner en boca de ellos, o mejor dicho en "mano de ellos" lo que jamás pensaron escribir.

Cada día es mayor el interés por la Alquimia. Lo percibimos simplemente al escribir la palabra "alquimia" en cualquier motor de búsqueda de Internet. Nos quedamos sorprendidos de la cantidad inmensa de páginas que bajan del ciberespacio, que van, como todo, de las verdaderamente serias y profesionales, que recomendamos en los links de esta página, hasta las que venden remedios milagrosos "llenos de poderes astrales", o las que le ofrecen hacerlo Alquimista siguiendo tal o cual curso mediante la correspondiente "cuota" a cambio de "lecciones" por correspondencia (normal o electrónica), o las que le invitan a pertenecer a tal o cual hermandad de alquimistas para "conjuntar sus poderes" en supuestos "egrégores", dónde se hace de todo menos alquimia. De todo hay en este inmenso universo de información.

La presente no pretende ser una más de esas páginas. Tampoco un solo acumulo de textos clásicos, pues para ello hay sitios mucho mejores y de gran seriedad, que constituyen un verdadero paraíso para el sincero buscador e investigador.

No abordaremos las complicadas elucubraciones de la alquimia especulativa, sea esta psicológica, mágica o "de salón", como dice mi querido Hermano y respetado Maestro Rubellus Petrinus, dónde hablan aquellos que "jamás se han manchado las manos con el disolvente del Astro Rey" en el diario solve et coagula del laboratorio.

Aquí no vendemos nada, ni productos ni cursos. Ni lo vamos a invitar a juntarse con ningún grupo o sociedad o hermandad u Orden. Nada de eso, que ya hay demasiado y constituye una soberana afrenta a tan seria y reputada Ciencia, a tan noble estirpe de la auténtica Alquimia.

Aquí vamos a tratar sobre Alquimia Práctica. Sobre esa Alquimia que solo se aprende en el diario y duro trabajo en el laboratorio que se puede enmarcar en las clásicas frases latinas FESTINA LENTE – DORMIENS VIGILA. Y así es realmente la vida y el trabajo del alquimista. Un continuo "apurar el paso" pero con paciencia y sabiduría. Conociendo el valor inconmensurable del tiempo. Sin desmayar en el intento, una y otra vez, hasta vigilar mientras se duerme o descansa.

La alquimia es no sólo una ciencia o un arte, es todo un modo de vida.