EXTRACTOS ESPAGIRICOS

Entrar en la preparación de los extractos espagíricos, en sus diversas formas, es ya penetrar en el campo selecto de la Alquimia y requiere de los conocimientos básicos sobre las principales operaciones alquímicas, así como tener equipo de laboratorio especializado, amén de conocer los métodos para preparar canónicamente los elementos usados.

Es oportuno recordar que todos los procesos alquímicos y los elementos en ellos usados son Canónicos, es decir de acuerdo a los principios enseñados por los antiguos Maestros y que han permanecido invariables por todos los siglos.

El más grande y fundamental principio es el de "Seguir a la Naturaleza". Esto implica que ningún material o procedimiento puede contravenir "lo natural".

Aquí está uno de los principales y fascinantes retos del Alquimista.

A diferencia del Químico, para quien sólo cuenta el lograr un propósito, sin tener cuidado de los métodos usados, el Alquimista busca en todo momento imitar a la naturaleza, por ello escoge los materiales naturales o los revivifica, y jamás usa productos de la síntesis química.

Este es uno de los puntos álgidos y controversiales entre químicos y alquimistas.

Y vaya que yo lo experimento en mi propio ser, pues soy químico de formación y alquimista por convicción.

Como químico me da lo mismo usar cualquier alcohol etílico, todos tienen la fórmula CH3 CH2 OH, no importa su procedencia. Como alquimista sé que el procedente de la uva es el más noble y puro de los Spiritus vini. Es el más evolucionado en la naturaleza.

Como químico, para extraer productos naturales uso disolventes tales como acetona, tetracloruro de carbono, éter sulfúrico, etc... Como alquimista me limito al agua y al Espíritu de vino. Pero no cualquier agua, aunque todas sean H2 O, uso el agua de lluvia o el rocío de la mañana canónicamente recogido.

Como químico infiero que existen energías más sutiles que con los aparatos actuales de medición no se pueden "pesar ", " medir" o " contar", como alquimista las he manejado las conozco y he evaluado sus efectos desde la formación espectacular de increíbles retículas cristalinas que confieren especiales características a un compuesto, hasta insospechados efectos curativos en enfermedades a las que la "ciencia" oficial considera incurables.

La química es mi carrera y formación...la alquimia mi vida y vocación

En química soy un experto...en alquimia un aprendiz

Entremos en materia.

Extractos espagíricos:

El esquema general de fraccionamiento en Solve para una planta cualquiera, a fin de aislar los tres Principios fundamentales: Mercurio, Azufre y Sal, es el siguiente:

La planta se lava perfectamente bien con agua y se enjuaga con agua de lluvia. Luego se pica en pedacitos muy finos y se convierte en papilla en un mortero de vidrio o porcelana. No use los picadores de verdura, son muy prácticos pero impiden la transmisión de energía vibrátil del alquimista que a mano, poco a poco y con la firme visión de pedirle a la planta sus virtudes va moliendo la papilla

La cantidad de planta a trabajar se divide en dos partes iguales, peso a peso.

Una de ellas se somete a destilación por arrastre con vapor de agua para obtener el Azufre Volátil o aceite esencial. Es preferible usar aludéles para la expansión de vapores si no se usa un tradicional alambique de vidrio.

La destilación debe ser suave y generosa, sin violentar las temperaturas y con paciencia.

La temperatura debe seguir los grados de fuego y siempre usar baño maría para el matráz contenedor de las partes a extraer. Cuándo se recuperan los primeros 250 ml de agua floral que lleva en su superficie el aceite esencial, se debe hacer la primera cohobación para incrementar el flujo y la vibración molecular de la esencia extraída.

En total se recomiendan tres cohobaciones antes de retirar el producto o Azufre Volátil de la planta en cuestión. Recordemos que no es la mera obtención del aceite esencial (química), el cual le es prácticamente "arrebatado" a la planta por la fuerza extractora del vapor de agua y la volatilidad de los principios activos del aceite.

Estamos sutilmente pidiéndole a la planta nos proporcione su Alma. Su identidad. Eso que la hace diferente a las demás plantas. Lo que le da sus propiedades especiales. Esto es la visión de la Alquimia.

Al ser sutiles y moderados en el fuego y pacientes en las cohobaciones, la gratificación será una sustancia altamente vibrátil y pletórica de Vida.

Este Azufre Volátil se debe purificar por destilación fraccionada y al vacío, así obtendremos el Azufre Volátil Puro, el cuál reservamos en un frasco color ámbar, previamente enjuagado con agua de lluvia o rocío canónico.

La otra mitad del peso de la planta, que separamos al principio, se coloca en un recipiente de madera tipo barril, como en los que se añeja el vino, teniendo cuidado de no ocupar más de 1/3 de su volumen. En caso de no contar con uno, puede usarse un recipiente de vidrio color ámbar, bajo las mismas recomendaciones de llenado.

Enseguida ponga agua de lluvia en proporción de 1.5 veces en volumen el peso de la planta y añada 2 g de levadura de cerveza.

Coloque un tapón de madera que lleve un tubo de Pasteur o tubo de fermentación adicionado y déjelo fermentar en un lugar cálido y oscuro hasta que ya no haya desprendimiento de gases.

Destape con cuidado y filtre sobre muselina. El filtrado contendrá Mercurio (alcohol etílico), Azufres fijos y Flema (agua). No deseche las partes vegetales.

El filtrado mixto se somete a destilación, con mucho cuidado de no violentar la ebullición por una temperatura excesiva.

Se hacen tres cohobaciones antes de retirar el destilado y dejar en el matráz o cucúrbita un liquido con consistencia de miel (Azufre fijo), el cuál es retirado con mucho cuidado usando una paleta de madera construida ex profeso.

El Azufre fijo se junta con las partes vegetales, se seca sobre una escudela de hierro o acero inoxidable y se le prende fuego para convertirla en cenizas.

Las cenizas se pasan a un crisol de porcelana y se calientan fuertemente hasta convertir todo en una sal blanca como nieve.

Se disuelve esa sal en la menor cantidad posible de agua de lluvia, agitando muy bien, y se filtra sobre algodón o al vacío sobre papel wathman 40.

El sólido se desecha. Se puede volver a convertir en cenizas y calcinar hasta blanqueo y filtrar, hasta que ya no quede sólido al filtrado.

El líquido filtrado se coloca en un vaso y se evapora a calor suave en baño de arena hasta sequedad. Así obtenemos la Sal Salis o Sal pura, la cual se guarda en frasco ámbar muy bien tapado pues es altamente higroscópica (absorbe agua del ambiente).

El filtrado inicial que contiene Mercurio y Flema se debe destilar con mucho cuidado, siete veces, sin cohobación.

Se cuida en el termómetro que solo pase en la primera destilación la fracción que destila a 90o C. Y se retira de la cucúrbita el resto.

El destilado se vuelve a la cucúrbita ya limpia y seca y se cuida de que solo se recojan las fracciones que destilan a 80o C. Se desecha el agua.

Se regresa el destilado a la cucúrbita y sólo se recogen las fracciones a 78.3o C.

Se regresa a la cucúrbita y se rectifica a 78.3 o C cuatro veces más, hasta que no haya variación en el termómetro de 78.3o C. Entonces tendremos el Mercurio de la planta.

Hasta aquí hemos hecho el Solve canónico. Hemos separado el Azufre, Mercurio y Sal de la planta. Ahora debemos hacer el Coagula canónico. Juntar los tres principios en un todo, un nuevo ser hecho según el Arte.

Para Coagula, debemos poner primero el aceite esencial purificado, Azufre volátil, Alma de la planta, en una retorta pequeña y someterlo a cariñoso calor en un baño de arena, hasta destilación, pero cuidando de que no sea a sequedad. Lo hacemos tres veces. A la tercera vez, agregamos la Sal para que se volatilice. He aquí un gran arcano que debe saber todo Espagirista. Decía Van Helmont : " Aprended al menos a volatilizar la sal de tártaro ".

Volatilizar la sal... ¡ Imposible dice el químico ¡ y sin embargo nuestros ojos se maravillaron al ver los hermosos cristales que se formaron en la tubuladura de la retorta y pasaron por su pico.

En ese momento me comencé a sentir verdaderamente un Alquimista.

Una vez formada la Sal en la tubuladura, se agrega el Mercurio obtenido con anterioridad y se observa como este arrastra la Sal volatilizada hasta el matráz receptor.

Se continúa destilando hasta sequedad.

La retorta quedará con una mancha de carbón en su fondo. Para lavarlo, siga las instrucciones dadas en la paste correspondiente a Alquimia en esta home page.

Se ha recogido el Azufre, el Mercurio y la Sal volatilizada.

Se trasvasan a un pelícano y se ponen a circular por 40 días a 40o C agitando periódicamente con movimientos circulares dos veces al día. Al fin de este periodo tendremos un auténtico extracto espagírico de inigualables propiedades.

Como se podrá ver, el extracto espagírico es todo un trabajo de Hércules y requiere de paciencia, amor y verdadera vocación alquímica.

En otra sección hablaremos de las esencias espagíricas y mostraré otros métodos alternativos para confeccionar extractos vía menstruo tartárico y menstruo acético.

Lixandram


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