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Poco a poco vamos caminando por el sendero de la evolución y conforme van pasando nuestras sucesivas existencias adquirimos un equilibrio interior que nos permite ver con mayor claridad las distintas situaciones que se nos van presentando a lo largo de nuestra vida en la Tierra.
Tener una materia donde poder desenvolvernos en este planeta ya es de por sí un logro, pues ello indica que hemos superado un primer nivel como es el de los mundos primitivos. Una vez conseguido esto debemos aplicarnos con más fuerza e interés por superar los escollos que en las diferentes encarnaciones tendremos dentro de este ciclo, pues si no es así nos costará mucho conseguir un cuerpo donde trabajar nuestras imperfecciones debido a la infinidad de espíritus que existen en el espacio en nuestras mismas condiciones y con las mismas ganas de progresar.
Obviamente el haber conseguido una materia en estos momentos no se debe ni a la casualidad, ni a la suerte, si no a un compromiso espiritual que contrajimos con Dios para alcanzar unas metas. Esas metas deben cumplirse ya que de lo contrario adquiriremos una enorme responsabilidad, no sólo por el hecho de no haber cumplido nuestra misión, sino porque no dejamos que otro espíritu ocupara este cuerpo y tuviera su oportunidad que quizás él si hubiera aprovechado.
Por todo ello, los que estamos encarnados aquí en la Tierra, debemos escuchar mucho más a nuestra conciencia para poder mantener un equilibrio y no desviarnos del camino trazado, pues ella nos indicará en todo momento cuál es la mejor actitud. Esto no es fácil en la sociedad en la cual vivimos, pero tampoco es imposible. Basta con tener claro que estamos aquí para progresar, para aprender y sobre todo para cumplir una serie de objetivos que son muy importantes para nuestro progreso espiritual.
Si en todo momento mantenemos la tranquilidad interior, las fuerzas del bajo astral no podrán con nosotros y no nos arrastrarán a la dejadez en la cual se está desenvolviendo este mundo. Si somos fuertes en nuestra fe, confiamos plenamente en el plano espiritual y trabajamos duro nuestras imperfecciones, nada ni nadie podrá apartarnos del camino que abre sus puertas a la felicidad interior, al amor, a la paz, y a todo aquello que siempre, en lo más profundo de nuestro ser, hemos soñado alcanzar alguna vez.
Este es el momento de demostrar que realmente somos conscientes de los momentos que estamos atravesando, es hora de que nos pongamos manos a la obra y trabajemos duro para demostrar a la humanidad que es posible otro ritmo de vida, que con el amor se consiguen muchas más cosas que con la violencia, que con la confianza en los demás se consigue una unión y una conjunción de pensamientos que te da alas para seguir luchando y sobre todo que la paz interior que se consigue te hace ver ese otro mundo que nos está esperando con las puertas abiertas.
No podemos dudar ni un solo instante pues ello podría ocasionarnos un retroceso importante. La humanidad soñada por todos está aquí mismo, a la vuelta de la esquina, en nuestro interior todos los humanos lo sabemos pero nos dejamos llevar por la comodidad y por las fuerzas negativas que no quieren que veamos la luz y que andemos hacia un mundo mejor en el cual ellos no tienen cabida.
En estos días en los que vivimos nadie puede alegar ignorancia ante los acontecimientos que se avecinan, pues de una u otra forma durante mucho tiempo se ha venido anunciando que un cambio de ciclo se avecinaba. Nuestra obligación es estudiar y aprender todo lo que podamos para alcanzar un grado espiritual lo más acorde posible con la sociedad que nos aguarda y las leyes espirituales están aquí, como han estado desde el comienzo de los tiempos, para poder aprender de ellas y sacarles el mayor rendimiento posible.
Si lo hacemos así, habremos andado un paso más en nuestra evolución, un paso firme que seguirá acompañado de otro con más firmeza todavía y luego de otro y así sucesivamente hasta que atravesemos el umbral de esta nueva humanidad que quiere acogernos a todos, pero que por desgracia y por nuestra propia dejadez sólo algunos podrán alcanzar. Luchemos con fuerza para ser uno de los que lo consigan.
A.L.S.S.