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La Nueva Humanidad



UN PASO MÁS


El tiempo pasa cada vez más deprisa, sin darnos cuenta transcurren los años y nos miramos internamente para ver si realmente este año que ha pasado ha sido productivo, hemos mejorado en todo lo que nos hemos propuesto, nos hemos preocupado de todos los que nos rodean o por el contrario ha sido un año más que ha pasado sin pena ni gloria.

Si nos hemos esforzado lo suficiente como para estar pendientes en todo momento de cuanto acontecía a nuestro alrededor, habremos aprendido cosas nuevas y bastante importantes para nuestro diario caminar, y por ello habremos conseguido andar un pasito más en el largo camino de la evolución, un paso que nos acerca cada vez más a la puerta que nos conducirá a la felicidad que todos anhelamos.

Es tiempo de analizar, de mirar un poco hacia atrás y pensar si en este año que acaba de finalizar hemos sido capaces de cumplir todos los objetivos que nos propusimos al empezar este año. Debemos de ser sinceros con nosotros mismos y pensar realmente cuáles han sido aquellos objetivos que por circunstancias no hemos sido capaces de realizar, para que en el año que ahora nos abre sus puertas intentemos conseguirlo.

Los tiempos que corren no son precisamente momentos en los que nos podamos permitir muchos lujos en el aspecto de poder relajarnos, sino todo lo contrario pues estamos en la época de máxima atención, debemos de estar con todos los sentidos puestos en cualquiera de los actos del día para impedir que todos los agentes externos que circundan en el ambiente (tales como las influencias, los hermanos espirituales de baja condición, etc.) nos puedan influenciar y desestabilizar; no olvidemos que su “función”, por llamarlo de alguna manera, consiste precisamente en eso, en intentar penetrar en nuestro interior para ver cómo reaccionamos y si realmente tenemos las ideas lo suficientemente claras como para rechazar inmediantamente y seguir intactos o por el contrario todavía no estamos lo suficientemente preparados y todo ello aún nos hace mella.

Todo este movimiento es debido a que estamos en puertas del tan anunciado cambio de ciclo, un cambio al que todos estamos llamados a participar y que depende de nuestro esfuerzo, ganas, ilusión, sacrificio, fe y un largo etcétera, el que podamos entrar a formar parte de él. No debemos olvidar en ningún momento nuestro compromiso espiritual que adquirimos antes de encarnar y que nos obliga a luchar, hasta el último momento, para cumplir todos aquellos objetivos que nos propusimos y que planteamos a nuestro Padre para que nos otorgara una materia con la cual desenvolvernos mejor en este planeta.

Si bien es cierto que existen muchísimos entorpecimientos no menos cierto es el hecho de que existe muchísima ayuda del plano espiritual positivo, pues están durante las veinticuatro horas del día velando por nosotros y atentos a cualquier petición de ayuda para correr a socorrernos. Por lo tanto no valen excusas de ningún motivo, no podemos decaer ni dejarnos llevar, hemos de permanecer fuertes y si en algún momento nos sentimos débiles o tenemos pensamientos diferentes a los acordes con nuestros sentimientos, no tenemos que dudar un sólo instante y rápidamente pedir ayuda a los hermanos espirituales que nos den fuerzas para poder rechazarlos.

Además, no olvidemos que también contamos con la ayuda de todos aquellos que sienten y piensan como nosotros, pues con su experiencia nos transmiten soluciones que luego lógicamente deberemos de aplicar a nuestro caso y con su ilusión nos contagian para que sigamos en el camino, luchando para conseguir cumplir nuestras metas.

Este apoyo es fundamental para poder ir entendiendo un poco más cómo será esta humanidad que está a la vuelta de la esquina, pues en ella el amor por los demás es tan infinitamente importante que en estos tiempos que vivimos es casi imposible imaginar, por lo que al actuar de esta manera se está dando un ejemplo de lo que realmente se siente y se vislumbra.

Realmente es hora de clarificar nuestros objetivos, ponerlos en el punto de mira de nuestro esfuerzo y luchar de manera constante para poder cumplirlos. No debemos desfallecer en ningún momento y pensar siempre que el fruto de este duro trabajo se verá recompensado en gran medida cuando podamos vivir en una sociedad que vive por y para los demás y dónde la fuerza espiritual es tan grande que se progresa con más facilidad. Aprovechemos esta oportunidad que nos catapultará hacia un nivel espiritual en el cual será más rápido ascender hasta nuestro Padre.

A.L.S.S.