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Otros mundos


PLURALIDAD DE MUNDOS HABITADOS


En el capítulo anterior indicábamos que en el espiritismo existen conocimientos suficientes para responder a todo aquello que precisa actualmente la humanidad. Dentro de su contenido se encuentran latentes respuestas sencillas y directas, que nos perfilan la línea de la evolución de los seres racionales, haciéndonos comprender por donde van surgiendo nuestras diferentes etapas.

Para el hombre que va buscando respuestas en su afán de comprender su presencia en la tierra, puede encontrar motivos suficientes de estudio y análisis para comprobar, siempre valorando el aspecto espiritual, que sus respuestas son equilibradas, llenas de sentido común y abiertas a un futuro más esclarecedor, para cuando podamos alcanzar un mayor margen de conocimiento espiritual.

Las puertas se han abierto, ya no existen interrogantes ni quimeras, sino la clara exposición de un camino a recorrer. En el “Libro de los Espíritus” se nos contesta de forma clara y sencilla a la pregunta de si todos los globos que giran en el espacio están habitados “Sí, y el hombre de la Tierra se halla lejos de ser -como cree- el primero en inteligencia, bondad y perfección. Sin embargo, hay seres humanos que se consideran muy grandes e imaginan que este pequeño globo es el único que posee el privilegio de tener seres racionales. ¡Orgullo y vanidad! Piensan que Dios creó el universo para ellos solos...”

Para el conocedor de la doctrina espírita este tipo de respuesta la reconoce como habitual en su profundidad y estilo, y valora siempre su contenido, llegando a la conclusión después del determinado análisis, que en dichas respuestas se encuentra la verdad que precisamos conocer.

Para el escéptico, dicha respuesta puede estar alejada de los cánones científicos, ya que aquí se afirma que todos los globos están habitados y la ciencia oficial mantiene que existen muy pocas posibilidades en los planetas conocidos. Una vez más hay que plantearse la verdad científica conocida hasta el momento y siempre variable, y la verdad espiritual que nos muestra el camino de la evolución del espíritu desde su primera existencia.

Si sólo vemos a través de la etapa científica no nos queda más camino que esperar pacientemente que vayan surgiendo descubrimientos que nos permitan verificar la verdad del asunto. Si somos capaces de abrir nuestra mente a otras posibilidades, podremos observar lo racional de la contestación de los espíritus, al indicarnos que nos creemos pobladores únicos de este vasto universo, cuando sinceramente es este planteamiento el que contradice la razón.

En este contexto es recomendable analizar el atrevimiento de los espED¡ritus en pleno siglo XIX al afirmar de modo categórico la existencia de vida humana en todos los globos que giran en el espacio. Ha pasado el tiempo y si bien no se ha podido comprobar la presencia de vida racional en los planetas cercanos a la Tierra, tampoco se ha podido negar su veracidad, existiendo de por medio un hecho característico, como es la presencia del fenómeno OVNI, que nos acerca de forma sorprendente hacia la teoría de la existencia de otros mundos habitados por seres más adelantados, tanto en lo material como en lo espiritual.

Así pues, para todos, escépticos y creyentes de esta doctrina, esta respuesta tan simple y categórica nos lleva al planteamiento de que no son meras respuestas ilusorias, sino verdades esclarecedoras y necesarias para el hombre de hoy y del mañana, al abrirnos las puertas del conocimiento y orientarlo hacia etapas superiores que nos permitan salir de este estado de anquilosamiento espiritual.

El espiritismo, como doctrina, vino a cumplir lo establecido y certeramente planificado, y ofrecer al hombre pautas de comportamiento y de íntima responsabilidad ante estos conocimientos, para poder abordar una nueva etapa con mayor garantía de éxito, al poseer una capacidad de conocimientos y de respuestas superior a todo lo conocido hasta este momento.

Si las afirmaciones de la existencia de seres racionales en otros mundos se cumplieran, darían paso a la toma de una mayor responsabilidad, para mentalizarse que existen otras tareas muy importantes para desarrollar, y que sólo falta que tomen cuerpo en nuestra mente y las tengamos como punto de acción.

Es importante apreciar un dato que puede ser fundamental para nuestro futuro trabajo: los claros conceptos espirituales, aquellos que vienen a marcarnos pautas de comportamiento o a abrirnos caminos de luz, jamás serán puestos en evidencia por la ciencia, sino todo lo contrario, saldrá a su encuentro y dará sentido a aquello que estaba expuesto.

A.S.L.